Artículo: Más allá de lo que los ojos pueden ver

El precepto de recitar las Berajot (bendiciones) antes de tener provecho de algo, se aprende de dos versículos aparentemente contradictorios. El primero es el que dice: “De Di-s es la Tierra y todo lo que hay en ella”. El segundo afirma: “Los cielos pertenecen a Di-s y la Tierra le fue entregada al hombre”. Los sabios aclaran esta supuesta contradicción explicando que el primer versículo se refiere a antes de decir la beraja y el segundo a después de decirla. Cando una persona tiene provecho de la creación sin bendecir y agradecer a Di-s, es como si ella estuviera “robando” de D´s pues “De Di-s es la Tierra y todo lo que hay en ella”, y él tomó de D´s sin pedir Su permiso.

Por otro lado, la Kabalá nos enseña que a través de recitar la bendición elevamos el elemento material utilizado y lo conectamos con el Altísimo, a través de ello se concreta el objetivo de la creación, de elevar la materia y unirla al espíritu, a esta situación se refiere el según versículo que dice que D´s entregó la tierra al hombre.
Antes de comer, el judío tiene que frenar sus instintos salvajes, y hacerse una serie de preguntas que elevan el acto de comer de una acción compartida con los animales a un acto sublime de santidad. La mesa judía es comparada al altar y sus comensales a los cohanim (sacerdotes).
Las berajot, cuando las proferimos propiamente, imbuyen nuestra mesa de santidad.

Más allá de lo que los ojos pueden ver

cena¿Cuánta gente participó para que esta escena sea posible?

Una mirada superficial, nos dará como respuesta dos personas, tres si incluimos el mesero. Sin embargo, con un poco más de perspectiva, llevaremos en cuenta no solo a los que participaron directamente del evento, sino que también consideraremos la aportación de los fabricantes de la mesa, el transportador, el leñador, etc. Con más alcance todavía, veremos que los padres de estas personas también contribuyeron para la escena, pues sin ellos no habrían nacido todos aquellos que mencionamos.
¿Desde cuándo? La verdad es que desde Bereshit, desde la creación del mundo se desencadenó una sucesión de eventos que al final posibilitó que esta linda pareja disfrute de su cena.
Las bendiciones te dan la capacidad de ver más allá de lo que sus ojos perciben a primera vista.

Cuando decimos “shehakol nihya bidvaro” – “todo fue creado por Su palabra”, no nos referimos solamente al vaso de agua que tomamos en este momento, sino que a todo lo que está por detrás de esto desde la creación del mundo hasta el instante en que disfruto de la creación.
Las berajot nos conectan con el cosmos, con la creación y por ende con el Creador. El resultado es la fascinación y la consecuente voluntad de agradecer y alabar al Creador por la parte que nos tocó en todo este proceso.
Las Berajot no son fórmulas mágicas o meras plegarias, ellas son la fuente de inspiración más cercana y presente en nuestro día a día.
Vive una vida inspirada, vive una vida de bendiciones.

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