Guía practica para controlar el enojo

Todos conocemos los males que causa el enojo, pero pocos sabemos controlarlo.

El enojo tiene devastadores efectos fisiológicos: ulceras, estress, disturbios cardíacos, etc. Sin embargo, los primeros efectos de enojo son la sordez y la ceguera, ya que el enojado pierde la capacidad de escuchar a los demás y no puede ver otro punto de vista.

Cuando se habla de controlar el enojo, los psicólogos, educadores, monjes y maestros de todos tipos suelen darnos concejos prácticos para no actuar de forma enojada. Es decir, ellos se concentran en cómo frenar el enojo a que no se manifieste externamente, pero no nos enseñas cómo no llegar ni mismo a sentir el enojo.

En este corto artículo traemos una guía practica para controlar el enojo. Los cinco primeros consejos tratan de cómo controlar la manifestación de este sentimiento negativo y fueron recolectados de diferentes fuentes y filosofíias.

El último consejo, el más difícil de aplicar, no se ocupa de los efectos sino que te dará una poderosa herramienta para arrancar el enojo desde la raíz. Su fuente es el judaísmo, específicamente del libro Orjot Tzadikim.

1) Imagina que estás en un lugar público o delante de una gran platea. Es mucho más fácil controlarse cuando sentimos que nos están mirando.

2) ¿Qué es lo que funcionó en el Pasado? En momentos de tranquilidad, toma conciencia de qué acciones fueron efectivas para calmarte en eventos pasados. Tener conciencia de ellas hace que sea más fácil utilizarlas en momentos de verdadera necesidad.

Es importante también aprender de la experiencia de otras personas. Si conoces a alguien que raramente se enoja, pregúntale cómo hace, qué técnicas utiliza, etc.

3) Mírate en un espejo. El enojo hace parecer más fea a la persona, principalmente comparando su cara cuando sonríe. Ver tu cara de enojado y pensar que feo te ves, puede ser una buena arma contra el enojo.

4) ¿Qué consejo darías a un amigo en esta situación? Es mucho más fácil explicar a otra persona por qué no tiene razón en enojarse. Esta técnica te ayuda a ser más objetivo.

Una variación de esta técnica es preguntarse, ¿qué me aconsejaría una persona inteligente en esta situación? Por ejemplo, puedes pensar en un conocido o en un personaje famoso a quien admiras.

5) Toma las cosas en su real perspectiva. Pregúntate a ti mismo: ¿Qué importancia tiene este evento para mi vida? ¿Cómo lo veré en una semana, en un año, en 10 años? ¿Cómo lo veré cuando llegue a los 120 años?

6) Baja la cabeza, cállate y humildemente escucha a la otra persona hasta que termine todo lo que tiene para decir. Cuando tomes la palabra, habla en un tono bajo y tranquilo. No mires a la persona a los ojos mientras escuchas o hablas, pues muchas veces la simple mirada funciona como un “transmisor” de enojo. En general las situaciones en la cuales nos enojamos se dan con la gente que más queremos y que más nos quiere. Si la persona que en general me quiere me está gritando u ofendiendo, esto significa que ella siente un dolor que lo está exteriorizando de forma negativa.

No escuches las ofensas, sino que intenta entender cual es la fuente del dolor.

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