“Desde que comienza Adar, aumentamos la alegría”

Muchas son las explicaciones para esta sorprendente expresión de nuestros sabios. ¿Por qué Adar? ¿Acaso Nisan, el mes de Pesaj, no es más importante? ¿O Tishrei el mes de Rosh Hashana, Kipur y Sucot, también llamada de Zman Simjatenu (época de nuestra alegría)?

En este corto video aportamos una visión que revela una potente fuente de alegría, muy pertinente para la conturbada realidad en la que vivimos. (5:13 min).

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Siempre que se acerca el mes de Adar, el mes de Purim, me pongo a reflexionar acerca de esta sorprendente expresión de nuestros sabios. ¿Por qué Adar? ¿Acaso Nisan, el mes de Pesaj, no es más importante? ¿O Tishrei el mes de Rosh Hashana, Kipur y Sucot, también llamada de Zman Simjatenu (época de nuestra alegría)? Muchas son las respuestas y abundantes son las explicaciones. Sin embargo, me gustaría aportar una visión que creo muy pertinente a la realidad que vivimos en nuestra comunidad.

Es sabido que la Meguila de Esther es el único libro de todo el Tanaj donde el nombre de D´s no aparece ni siquiera una vez. Uno de los significados de Esther es “oculto”. Es decir, D´s se oculta por detrás de las numerosas coincidencias en la historia de Purim. A diferencia de la lectura normal de las parashot de la semana, para leer la meguilá hay que primero desenrollarla por completo y luego leerla. El motivo de esto es que solamente cuando miramos a todas las coincidencias al mismo tiempo, nos damos cuenta del milagro. Cada episodio aislado tiene una explicación local, pero cuando vemos como cada hecho prepara el “background” al suceso siguiente y como el milagro final pudo existir solo por una “casualidad” que ocurrió 20 años antes, es que vemos que D´s, de hecho, está muy presente en la Meguilá.

Pero esto no contesta a la pregunta, lo contrario solo la engrandece! Acaso no es más lógico externar mayor alegría en Pesaj cuando D´s se reveló con “mano fuerte y brazo extendido” que en Purim con su “revelación oculta”?

Hay otra expresión de nuestros sabios en relación a la alegría. “No hay alegría mayor que la aclaración de las dudas”. Con relación a la fe basada en milagros escribe el Rambam: “aquel que cree por los milagros, en su corazón anida la duda , al ser que es factible que la señal fuera realizada por medio de un engaño o artimaña” (Fundamentos de la Tora 8:1). Por más grandes que hayan sido los milagros de Pesaj, ellos todavía dejan espacio a dudas. Sin embargo, cuando no hay “efectos especiales” ni “maquillaje” podemos ver nítidamente la verdadera cara del protagonista. Esto es lo que pasó en Purim. La fe incierta que se basaba en “efectos especiales” maduró a una fe más allá de toda duda o cuestionamiento. Cuando observamos con atención las pequeñas casualidades, percibimos que son de hecho “causalidades”. Que la mano de D´s está por detrás de todo, que no estamos solos sino que D´s no acompaña en cada instante de nuestras vidas. “No hay alegría mayor que la aclaración de las dudas”,

“Desde que comienza Adar, aumentamos la alegría.” Observen que el verbo es continuo, es decir, mientras más percibimos la presencia de D´s en nuestras vidas, más nos alegramos. No solamente en Purim nos alegramos sino que desde que empieza Adar, pues esta alegría exige introspección y preparación. Que D´s nos bendiga con la aclaración de todas dudas y tal como dice la Meguilá: “Esos fueron días en que los judíos descansaron de sus enemigos y ese fue el mes que el dolor fue cambiado por alegría y la tristeza por fiesta”.