Por: Dr. Yitzhak Calafi

¿Fue profetizada la permanencia de Am Israel y de su legado?

El Tanaj contiene profecías registradas hace milenios acerca del futuro de Am Israel, y el Eterno, en boca del profeta Yeshayahú, recuerda que “Su consejo prevalecerá y Él realizará todo Su deseo, y que lo que ha dicho que hará, sucederá, y que lo que se ha propuesto hacer, eso hará”. [1]

¿Quién puede predecir el futuro?

En la época en que fue escrita la Toráh no existían factores sociales, económicos, históricos, políticos, técnico-científicos que le hubieran permitido a cualquier hombre predecir el futuro lejano de Am Israel, ni era posible para ningún ser mortal, por más inteligente y sabio que pudiera ser, pronosticar el futuro y acertar. Mejor dicho, la lógica humana, basada en la experiencia y evidencia dictaba otro tipo de pronósticos. Pero la Toráh predijo con absoluta verdad y exactitud lo que habría de ocurrir y cumplirse. La misma Toráh nos insta a recordar la historia y a estudiarla: “Acuérdate de los días antiguos. Piensa en los años de tantas generaciones, Oh Israel, Pregunta a tu padre y te lo dirá. Pregunta a tus ancianos y te lo dirán” [2].

La singularidad de Am Israel ya fue anunciada hace más de treinta y cuatro siglos por Bilam: “Su Pueblo será solitario y no se contará entre las demás gentes” [3]. Israel es el único país de las Naciones Unidas al que no se le reconoce su capital, Jerusalem, y tampoco se le permite adscribirse a ninguna entidad de esa organización mundial, los países asiáticos rechazan que se integre en su grupo –debido a la presión de los 57 países pertenecientes a la Organización de la Conferencia Islámica-. Todo lo que aconteció a Am Israel ya fue anunciado desde la antigüedad: “Las cosas pasadas las anuncié desde la antigüedad. Sí, de Mi boca salieron y Yo las anuncié. De pronto las llevé a cabo y ocurrieron. Porqué sé que eres obstinado y tu cerviz es un nervio de hierro, y tu frente es de bronce. Por eso te previne hace mucho tiempo. Te lo anuncie antes de que sucediera”. [4]

La Toráh anuncia a Am Israel que se corromperá haciéndose ídolos de cualquier clase y pecando ante el Eterno [5] y que si no escuchamos Su voz y no cumplimos Sus mandatos, Eretz se convertirá en un desierto, y seremos dispersos entre las naciones [6], y que “un pueblo muy lejano, rápido como el águila, cuya lengua nos es incomprensible nos asediaría, derribaría nuestras defensas y nos dispersara [7]. Am Israel fue exiliado a lugares muy lejanos a causa de sus pecados afirma la Toráh, que el mismo Am Israel toma como su libro sagrado. La Toráh especifica que después del exilio de Am Israel y su dispersión entre los pueblos, la tierra de Eretz será destruida y desolada [8] y esta desolación será por generaciones y generaciones mientras dure el exilio [9], y esto es anunciado cuando Eretz era una tierra fértil y rica, como recogen testimonios de la época [10].

En el momento en que Moshéh escribió la Toráh las naciones no eran deportadas tras las derrotas. Lo normal y habitual, tras la conquista, era que el pueblo vencedor permitiera vivir al derrotado en su tierra pero sometido a enormes cargas fiscales. La mayoría de los pueblos antiguos que persisten en la actualidad continúan viviendo en sus tierras nativas, aunque con otras identidades, lenguas, y religiones. La deportación no era en absoluto habitual por las dificultades logísticas y el enorme coste económico de reasentamiento poblacional e inefectivo por la necedad a nivel de estrategia militar dejar abandonadas unas tierras vencidas sin moradores, lo que resultaría equivalente a una “victoria sobre un desierto humano”.

La primera deportación conocida en la humanidad fue la de las Diez Tribus del Norte, Israel, llevada a cabo por Sargón II de Asiria el 722 antes de la EC; la segunda deportación, en dos etapas, en el 605 aEC y en el 586 aEC la perpetró Babilonia contra Judea, conocido como el Cautiverio de Babilonia. Inicialmente Nevujadnetzar –Nabucodonosor- sometió Eretz, exigió tributos, cuando Yehoyakim se rebeló contra Babilonia, Nevujadnetzar atacó nuevamente Jerusalem y no expulsó a Am Israel, sino solamente al rey, sus ministros y líderes militares [11]; finalmente y contraviniendo el mandato divino dado en boca del profeta Yirmiyahu- [12] se rebeló Tzidkiahu contra Babilonia, Nevujadnetzar capturará Jerusalem, la arrasará, incendiará el Beit ha-Mikdash y exiliará a casi toda la nación. El Imperio Romano se encontró con muchas revueltas en sus territorios conquistados por las legiones de Roma, pero nunca los arrasó, exceptuando Cartago, el principal imperio y competidor por el control del mar Mediterráneo.

Roma inicialmente trató a los yehudim como a las otras naciones, sin intención de deportarlos, pero tal como las escrituras profetizaron:“… El Eterno hará que venga contra ti un pueblo de muy lejos, te asediará por todos tus portales hasta que los muros más altos fortificados se desplomen. Serás sitiado en todas tus ciudades de toda la tierra que te dio el Eterno tu D-s.” [13], deportará centenares de miles de esclavos judíos al finalizar la Tercera Guerra Judeo-Romana, las tropas romanas asesinarán seiscientos mil yehudim, la mayoría de la población judía restante será esclavizada y/o deportada. El emperador Adriano arrasará Jerusalem y cambiará el nombre el año 135 dEC por Aelia Capitolina para desjudaizar Eretz poniéndole el nombre de Palestina, en recuerdo de antiguos enemigos de Israel, los filistim –invasores cretenses-. Esta deportación ya estaba anunciada: “y vosotros seréis arrancados de la tierra que te dio para que la poseyera.” [14] A pesar de las múltiples guerras, ascensos y declives de imperios, será muy infrecuente las deportaciones poblacionales. [15]

La tierra quedará desolada, en contra de toda lógica geostratégica militar y económica, cuando Am fue mayormente deportado, tal como profetizado [16] y en nuestros días vemos como se cumple la profecía que afirma que Eretz desolado volverá a ser un jardín, y las ciudades antaño desiertas y en ruina en urbes fortificadas y habitadas [17]

La Toráh advierte de todas estas desgracias y también que cuando Am Israel recapacite entre los pueblos en cuyo seno ha sido arrojado por el Eterno y retorne a Él con todo su corazón y con toda su alma, Él le hará retornar del cautiverio y se apiadará y lo recogerá del seno de los pueblos adonde Él lo dispersó y lo llevará a la tierra de Israel, su herencia eterna [18]. Las profecías de la Toráh se han ido cumpliendo hasta en el más pequeño detalle, como la destrucción de Babilonia [19], Am Israel será motivo de escarnio, ejemplo de desolación para todos los pueblos [20] y como el yehudí adquirirá un corazón temeroso, ojo desfalleciente y un alma desolada [21], hasta el punto que se atemorizará por el simple susurro de una hoja [22], lo que fue caricaturizado por los antisemitas europeos, y el judío huirá continuamente de la espada ya que no podrá resistirse a sus enemigos [23], lo que ha dado la figura legendaria de cierta literatura cristiana del “judío errante” [24] siendo forzado a adorar los dioses de las naciones [25] , desde el momento de la expulsión desde hace casi dos mil años, casi en toda generación ha habido yehudim sometidos a los decretos de shemad (conversión forzada), y también a pagar impuestos y diezmos de capitación a los cristianos y musulmanes. También fue anunciada miles años antes que habría exterminación tanto de los jóvenes, niño de pecho como el del hombre canoso, y que perecerían a montones [26] y que seríamos pocos entre los pueblos adonde nos condujera el Eterno [27] siendo nuestro número reducido a unos pocos, a pesar de haber sido como las estrellas [28].

El sufrimiento del judío será causa de sorpresa, burla y menosprecio [29]. La literatura y prensa de los hijos de Esav y de Ismael ha cumplido a fielmente esta profecía. Todas estas maldiciones han sido por no haber obedecido la voz del Eterno y han sido señal y maravilla para todas las generaciones hasta la eternidad [30]. Hoy volvemos a oír los mismos bramidos vociferantes que piden la destrucción de Israel, en boca de M. Ahmadineyad y sus acólitos que repiten lo que el salmista anunciaba hace miles de años: “Han dicho: Venid, y cortémoslos de ser una nación, para que el nombre de Israel no sea más recordado”. [31] Los sufrimientos de Am Israel son consecuencia de la singular relación existente entre D-s y Su pueblo, Israel.

 

El Eterno ha prometido y asegurado la eternidad de Am Israel [32]

Y también que la Toráh jamás será olvidada por Am Israel [33], y que el Shabat es un pacto eterno entre d-s e Israel, y que Eretz pertenece a Am Israel por toda la eternidad.

Aún cuando “D-s ocultaba su rostro”, los momentos más tenebrosos por los que ha pasado Am Israel a lo largo de su historia, Él actuaba para rescatar el remanente de Su pueblo, a fin de garantizar su supervivencia [34]. El Eterno ha prometido recoger al resto de Su pueblo de todos los países adonde los ha llevado y lo traerá de regreso a Eretz, y serán fructíferos y se multiplicarán [35]. “Y haré de la que cojea un resto, y de la que fue arrojada una nación poderosa. Y reinará el Eterno sobre ellas en el monte de Sion desde entonces en adelante y por siempre” [36]. El Eterno ha prometido a este remanente que estará entre las naciones como el león entre las bestias del bosque, el cual si pasa entre ellos, hace estragos, sin que nadie las libre [37].

En la historia del pensamiento, de las religiones y de las ideologías constantemente ha ocurrido el sincretismo, cuando un pueblo ha sido sometido a otro, o vencido, las divinidades “protectoras” del derrotado perdían credibilidad ante sus fieles frente al poderío de las de los vencedores, produciéndose una amalgama de religiones, y hoy, la derrota económica de la órbita comunista frente a la capitalista ha destronado el socialismo como ideología, la misma República Popular de China, que mantiene oficialmente la ideología socialista, le ha añadido a su capitalismo salvaje el nombre de “socialismo a la china”.

Pero el remanente de Israel, contra toda lógica humana, contra el devenir natural de todas religiones e ideologías, ha sido siempre fiel a la Toráh, y a su legado.

NOTAS

[1] Yeshayahú 46:8-11, [2] Devarím 32:7, [3]Bemidbar 23:9, [4] Yeshayahú 48:3-5, [5] Devarim 4:25, [6] Vayikrá 26:14, 32-33, [7] Devarim 28:15-63, [8] Vayikrá 26:32-33, [9] Devarim 29:21-22, [10] Historia de las Guerras Judías, de Flavio Josefo, [11] II Melajim 24:20, [12] Yirmiyahu 27:12, [13] Devarim 28:49-52, [14] Devarim 28:49-64, [15] No habrá más deportaciones poblacionales en la tierra hasta que el rey sasánida Cosroes I de Persia deportará en el año 542 de la EC http://en.wikipedia.org/wiki/Deportation

http://es.wikipedia.org/wiki/Deportaci%C3%B3n

[16] Devarim 29:23-27, Yejezkel 33:28, [17] Yejezkel 36:33. [18] Devarim 30:1-7, [19] Yeshayahu 13:19, [20] Devarim 28:37, [21] Devarim 28:66-65, [22]Vayikrá 26:36-37, [23] Vayikrá 26:36-37, [24] http://es.wikipedia.org/wiki/Jud%C3%ADo_errante, [25] Devarim 28:64, [26] Vayikrá 26:38, Devarim 32:25, [27] Devarim 4:27, [28] Devarim 28:62, [29] Devarim 28:37, [30] Devarim 28:45, [31] Tehilim 83:5-6, [32] Yeshayahu 66:22, Vayikrá 26:44, Yirmiyahu 31:34-36, [33] Devarim 21:31, Yeshayahu 59:21, Devarim 32:26-27, Yirmiyahu 5:15-18, Devarim 31:21, 28:62, 65:8, [34] Mijá 2:12, Mijá 7:18 Yeshayahu 1:9, 10:21-22, 11:11, 11:16, 28:5, 37:31-32, 46:3, [35]Yirmiyahu 23:3, 31:7, 50:20,, [36] Mijá 4:7, [37] Mijá 5:7