Por: Becky Krinsky de Recetas para la vida©
Emuná en Hashem es sin duda el mejor ingrediente para ser feliz. La persona que entiende que todo lo que pasa tiene una razón de ser, que es para algo más grande que uno mismo, un aprendizaje que no necesariamente se puede comprender, entonces uno queda liberado de muchos reproches, culpas o falsas expectativas.
Creer en Hashem, tener Emuná no quiere decir que uno debe de permanecer cómodo, sentado y resignado. Todo lo contrario, quiere decir que todo lo que llega debe de ser una oportunidad de entender y acercarse más a la Toá.
La mayoría de las personas aseguran que para ser feliz hay que tener más, que hay que saber sumar y que el conjunto de la abundancia siempre dará como resultado mayor placer y felicidad. Qué tal si cambiamos la formula y esta vez en lugar de sumar restamos, quitamos el exceso y dejamos la carga de algunas cosas innecesarias, quizá entonces realmente podamos encontrar la felicidad tan deseada y codiciada en estos tiempos.
Esta ocasión te quiero recomendar 10 cosas que puedes dejar de hacer para encontrar tu felicidad y tranquilidad.
1. Deja la culpa. Ni modo, la gente comete errores, las cosas no salen como esperabas, tus expectativas no se cumplieron, te desilusionaste nuevamente. Entonces ¿culpas a todos por tus problemas? ¿Tomaste el tiempo de reconocer tu parte en el asunto?
Tomar responsabilidad cuando las cosas no salen bien, en lugar de culpar te da poder, te da la oportunidad de poder solucionar lo que te molesta y de aceptar que quizá estabas pidiendo más de los demás limitando tu capacidad y tus potencialidades.
2. Deja de impresionar a los demás. La calidad de las relaciones personales no tiene que ver con la cantidad de cosas materiales que tienes. De hecho estorban ya que estas solo deslumbran y confunde el verdadero valor que tu tienes como ser humano.
Se una persona genuina, sensible y agradable esos atributos más que impresionar logran relaciones auténticas que llenan tu alma y te hacen sentir bien.
3. Deja de querer aférrate a las cosas; hay que dejar ir, soltarse experimentar, aprender, fracasar si es necesario y volver a intentar. El aferrarte a tus ideas y tus convicciones no te va hacer más feliz.
La verdadera felicidad llega cuando uno aprende 1000 maneras como no salen las cosas y finalmente lo logra. No temas a equivocarte, preocuparte cuando dejes de tratar. Recuerda que lo más importante es el esfuerzo que haces por las cosas y no los resultados, ya que esos no tienen tu control.
4. Deja de interrumpir. El interrumpir es un signo de indiferencia, de soberbia y de poco interés. ¿Cómo crees que la gente reacciona cuando está hablando y siente que no la escuchan?
Para que las personas sientan interés por lo que tú tienes que decir es importante que tú hagas lo mismo. Concéntrate en lo que dicen, pregunta con interés, entiende y seguro te vas a sentir escuchado querido y aceptado, eso si te ayuda a sentirte mejor.
5. No te quejes. Cuando lloras y te quejas lo único que logras es sentir lástima por ti. Las victimas no son personas muy felices. Las palabras son poderosas, sobre todo las que te dices a ti mismo, cuidado.
Haz lo que tengas que hacer para reparar lo que te molesta. El esfuerzo que hagas por componer lo que te lastima solo se va a traducir en un sentimiento de bienestar que se va a multiplicar cuando veas los primeros resultados.
6. Deja de querer controlar todo. Es imposible controlar las cosas que no están en tu control. Lo único que realmente puedes controlar son tus pensamientos, tus acciones. Ni siquiera los resultados ya que estos generalmente no dependen solo de ti. El querer controlar solo trae enojo, frustración y mucha impotencia, nada de lo que te puede hacer sentir bien.
Cuando haces lo correcto, cuando trabajas con gusto, cuando sabes que hiciste tu mejor esfuerzo sin tratar de controlar ni de dirigir a nadie definitivamente surge un sentimiento de satisfacción y de felicidad.
7. Deja de criticar. La crítica solo lastima, deteriora las relaciones y sobretodo no da nada constructivo. El criticar no te hace ser más inteligente ni mejor simplemente nutre tu soberbia y elimina tu posibilidad de comunicación.
Si crees que puedes ayudar, ayuda, si sabes cómo hacerlo haz lo, pero si ves que otro está haciendo algo déjalo en paz, todos somos distintos y hay muchas maneras de llegar al mismo lugar.
8. Deja de predicar. Esta es otra manera de juzgar y la verdad ¿a quién le caen bien los jueces que solo opinan y critican?
Se feliz y deja que los otros también sean, cada quien tiene su historia y su razón. Escucha, observa y aprende.
9. Deja los lamentos y el pasado atrás. Aprender de los errores pasados en una virtud. Vivir en el pasado solo trae más reproches y frustración.
Disfruta el presente y ten fe en el futuro, después de todo ya tuviste un buen maestro el pasado.
10. Olvida el miedo. Este solo paraliza, limita y condiciona el crecimiento personal.
Qué triste es cuando dejamos ir nuestros sueños y nuestras ilusiones porque nunca tuvimos valor de luchar por lo que tanto queríamos.
Recuerda que la vida es corta y lo único que tenemos es el hoy. Aprovéchalo, haz, lucha, esfuérzate, vive, ama, sonríe y realmente se feliz. Después de todo eso es una obligación. Estás vivo, haz mitzvot, estudia Torá y busca a Hashem.
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