es dejar de pelar con la realidad
Por: Iliana Berezovsky y Becky Krinsky de Recetas para la vida©
Nadie niega que la Tora fue entregada en el Monte Sinaí; Como destaca Maimónides (“Cimientos de la Torá” 8:1), la revelación no es simplemente una prueba de fe, sino la percepción de lo Divino en la forma más directa posible. Es probable que para todas las personas que vivieron la experiencia y atestiguaron los múltiples milagros desde su liberación de Egipto hasta la protección en el desierto contaran con la prueba clara e indiscutible de la existencia de Hashem. Por lo tanto su aceptación fue evidente; así como contemplar la belleza de una puesta de sol, la cual, nadie la puede negar. Sin embargo, casi 6000 años después, hay personas que desafortunadamente no recuerdan la presencia divina, por lo que dudan, juzgan o simplemente la niegan.
La aceptación se puede comprender ya sea por el asombro y la claridad que causa la presencia o ya sea por su ausencia y la añoranza que esto crea. Cualquiera que este sea el caso, la aceptación es un ingrediente importante para poder vivir en paz.
Hay muchos tonos de color en esta vida; No se puede decir la vida es solo de color de rosa, pero tampoco se puede decir que es totalmente negra. El poder aceptar las cosas tal cual son, libera y fortalece, llena la vida con tonos intensos, vibrantes y sobretodo REALES.
Las cosas suceden, las personas son, los ciclos de vida se cumplen, la naturaleza no espera, a pesar de esto existen personas que pretenden cambiar la verdad, ya sea creando situaciones ficticias, negando lo que ven o simplemente mintiéndose a si mismos.
Hoy en día, la aceptación se confunde mucho con el placer, la comodidad y la conveniencia, así que si lo que se vive no llena las expectativas o las necedades, simplemente no se acepta, con lo que se crea conflictos, culpas y mucha frustración.
Lina siguió los consejos de su terapeuta, dejo de frecuentar a su mamá a pesar de que ella vivía sola, el visitarla le causaba mucho estrés y la deprimía mucho. Elena su mamá era una mujer viuda, que siempre ayudaba a todos, simpática y muy buena mujer. Tenia ya dos años que no quería salir de su casa no había nada que la motivara, varios fueron los intentos de Lina para interesara en distintas actividades pero todas sin éxito.
Un día en una reunión, ella comento el dolor que le causaba que su mamá ya no fuese como antes, que vivía deprimida, encerrada y sin ganas de quererse ayudar, que esa condición le creaba grandes conflictos internos y que estaba en busca de algún curso o terapia que le ayudara a manejar esta situación.
Una Mujer que no tenia mucha relación con Lina le dijo sencillamente, si dejas de sufrir a tu mamá, la aceptas con la condición que ahora tiene, la quieres sin juzgarla y de dedicas tiempo real, sin condiciones además de que vas a aprender a compartir buenos momentos con ella, es muy probable que también descubras la causa de su dolor y la ayudes a sanar. De nada te sirve alejarte de ella, solo sufres y te llenas de culpa.
Todos en la reunión se callaron y Lina se soltó a llorar por la gran verdad que había escuchado. La aceptación debe de ser incondicional y a pesar de nuestras necesidades, poder estar abierto a aceptar a las personas y a las situaciones como son, es la mejor manera de superar el dolor que nos puede lastimar más que la propia condición.
Pasaron escasas dos semanas después de aquella conversación, cuando Elena murió inesperadamente de un infarto. Que pena que Lina sufrió los últimos años de vida de la relación de su madre en lugar de haber aceptado que su madre había cambiado y sus necesidades eran otras. Lina, amaba a su mama y la quería más de lo que ella podría describir.
El tiempo convivido con nuestros seres queridos es un tesoro no hay que olvidarlo jamás.
La Receta
La Aceptación
Ingredientes:
2 tazas de buena disposición
1 pieza de juico balanceado y objetivo
3 gotas de entendimiento
1 manojo de valor
2 vasitos de amor propio
Una pizca de respeto y ganas de vivir en plenitud
Condimentos indispensables: Responsabilidad, madurez y fe
Recomendación del chef: La aceptación no impide sentir enojo o sufrimiento pero se requiere fe y esfuerzo para poderla digerir.
Modo de preparación:
1. La Aceptación desatora, ofrece un nuevo inicio y conduce al crecimiento. Este ingrediente valioso se cocina con dolor, mucho trabajo y a pesar de que es difícil de digerir cuando se sirve, ofrece un mejor presente y un futro mas balanceado.
2. Simplifica la realidad y promueve el cambio. Cuando se acepta, uno se llena de valor para enfrentar los miedos y las desilusiones, también se libera y obtiene la fortaleza necesaria para luchar, cambiar y crecer.
3. Mejora el auto estima y el da un sabor real a la vida. Una buena vida se caracteriza por el continuo crecimiento espiritual y emocional; esto permite adquirir profundidad, comprensión y fuerza para conquistar los desafíos que el camino presenta.
“La visión de la vida se clarifica a medida que la realidad se convierte más objetiva y por lo tanto el impacto de las elecciones son más adecuadas. Aceptar la realidad conduce a la superación de la misma.”
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Cúal es la relación entre aceptación y resignación?
Jag Saméaj,
Jaume