Envida, competencia, incomprensión o simplemente mala comunicación
Por: Iliana Berezovsky y Becky Krinsky de Recetas para la vida©
El Rey Salomón siempre decía: “Tal como el agua refleja un rostro, así también el corazón de la persona”. El mundo conoce y siente la esencia de cada persona. Es decir, uno proyecta generalmente es lo que lleva dentro de si. No es en vano que la gente amable, alegre, contenta y que se preocupa por los demás generalmente es la persona mas querida, aceptada y de alguna manera tiene más que ofrecer y al mismo tiempo, es la que mas recibe.
“Familia… querida, amada, única” siempre un tema especial y delicado. Cada quien su propia historia y sus características tan peculiares. No hay dos familias iguales ya que cada una tiene su sazón único. Las reuniones familiares siempre provocan sentimientos encontrados, emociones gratas, alegrías, reencuentros; por el otro, traen viejos recuerdos, malos entendidos, resentimientos, rivalidades y frustraciones. Aprender a disfrutar la familia es importante ya que cuando esta nos contiene los integrantes se fortalecen, se nutren y encuentran un lugar seguro para crecer, cuando no la tienen estos lazos son difíciles de encontrar y generalmente la persona sufre y siente un gran vacío difícil de llenar…
Ciertamente cuando la persona está orgullosa de sus logros, tiene un brillo especial, está satisfecha, actúa de forma animada y en algunos casos se llega a embriagar de sus éxitos, olvidándose de voltear a ver a las personas que la rodean. Sin querer y en este caso, esto puede hacer sentir incomodos a los familiares y hasta puede pasar como si la persona exitosa esta actuando con soberbia y falta de atención.
Si la persona exitosa utiliza la prudencia y recuerda continuamente que el verdadero éxito es aquel que la engrandece sin deslumbrar o incomodar a sus seres queridos, seguramente encontrara la humildad necesaria para poder compartir sus logros sin deslumbrar a nadie.
La Receta
“Prudencia”
El toque con delicadeza
Ingredientes:
- 1 taza de asertividad
- 1 manojo de sensibilidad
- 2 gajos de humildad
- 1 cucharada grande de gratitud
- 1 pizca de generosidad
- Espolvorear con gusto y mucho cuidado
Condimentos:
respeto, modestia y cariño
Modo de preparación:
1. El éxito sabe mejor cuando se comparte con personas queridas. El éxito puede ser pasajero, el triunfo es siempre duradero; hay que hacer todo lo posible por involucrar y compartir los momentos de grandeza con la familia y los seres queridos, así, estos momentos pueden perdurar. A pesar de que no se puede esperar que otros se alegren o reaccionen de una manera que uno quisiera.
2. La actitud propia hace toda la diferencia. Cuando se tiene humildad, gratitud y sabe agradecer el apoyo y la compañía de las personas queridas en los momentos bajos y altos de la vida, uno se torna en una persona capaz de entender aquellos que no han sido tan afortunados o que tienen otros asuntos pendientes.
3. La gratitud y la sensatez le van a permitir recordar siempre, que tanto la vida y los logros son muy frágiles. Todos podemos estar arriba o abajo en cualquier momento, crear fuertes lazos familiares y amistosos, tener siempre una mano amiga puede ser útil tanto para ayudarnos a subir a la cima del mundo, como detenernos si tenemos que descender en algún momento.
“La honestidad y la sencillez hacen de la persona exitosa una persona verdaderamente valiosa y triunfadora”
*Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso escrito del editor y sin citar la fuente.
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Muy buen texto,felicidades al autor