Por: Dr. Yitzhak Calafi

Contra toda lógica humana y a pesar de todos los cambios y vaivenes tanto de Am Israel como de la misma humanidad, ell legado de Am Israel permanece por todos los tiempos. El eterno legado del pueblo judío a la humanidad es la Toráh, sus mandamientos, leyes, y estatutos; -cuya procedencia no deriva de un convenio entre humanos, sino del mismo D-s.

La eticidad en el comportamiento individual y colectivo, la creencia en un único D-s , Eterno, inmaterial, que ha creado el universo, el tiempo y la materia de la nada absoluta, y que regula permanentemente tanto el mundo físico como el espiritual, asimismo, la creación no es un evento único del pasado, sino que es un fenómeno continuo, es decir, que el mundo se mantiene y sigue existiendo perennemente a partir de Su voluntad, y que todo procede de Él, tanto la luz como la oscuridad, Él hace la paz y crea el mal.

Él es el Eterno creador y rector de todas las cosas [1] y no es corporal y a Él nada se le puede comparar, que no tiene forma alguna, ni humana. El Eterno es el principio de todo y el único de digno de ser rezado y alabado, y que todo el Tanaj, la profecía de Moshéh, el padre do los profetas de Israel, y todos ellos son veraces, y que Su Palabra [Toráh] jamás será cambiada ni sustituida por otras. D-s conoce y sabe todo lo que cada ser hace y sus pensamientos, y premia a los que cumplen Sus preceptos y castiga a los que los transgreden. Con seguridad absoluta Él nos enviará el Mashiaj, y aunque se demore esperamos cada día su llegada. Y también que los muertos resucitarán cuando sea Su voluntad [2].

El Eterno ha garantizado a Am Israel cuatro promesas: que (Am Israel) durará eternamente, que la Toráh jamás será olvidada por Am Israel, el Shabat es un pacto eterno entre D-s e Israel, y Eretz Israel (Israel shelemá) pertenece a Am Israel por toda la eternidad.

La forja de una nación

¿Qué tiene Am Israel diferente al resto de naciones? Sabemos que el curso natural de las naciones es nacer, crecer, expandirse, declinar y morir, pero ¿cómo es que Israel no sigue el devenir de todas las naciones? Todas ellas nacen de una manera natural, por lo que su curso y devenir es el habitual, crecer y morir, pero el nacimiento de Israel no fue natural, fue un caso excepcional y singular en la historia de la humanidad que ha trascendido para la eternidad.

Hay tres eventos que han resultado básicos para la historia posterior de Am Israel, el primero de estos acontecimientos fue la salida de Am Israel de Egipto, la tierra de esclavitud, el segundo la conclusión de la Alianza en Har Sinái, y el tercero la toma de la tierra, Eretz. Estos tres acontecimientos están interrelacionados y se enlazan con la elección divina de Abraham, Yitzhak y Yaacob, por lo que ante el Eterno son interdependientes. Él prometió y bendijo a los Patriarcas asegurándoles una descendencia numerosa como el polvo de la tierra [3], como las estrellas del firmamento y la arena de la playa [4], estableciendo un Pacto eterno [5] en el que Ado-nai será siempre el D-s de Am Israel, y que los descendientes de los patriarcas serían esclavos en Egipto y posteriormente saldrían de allí y tomarían la Tierra Prometida [6].

Díjole entonces (D-s): “Abram, has de saber que tu simiente será extranjera en una tierra que no es suya y la servirá. Y martirizarán (a tu simiente) durante cuatrocientos años. Y también he de juzgar al pueblo al que han de servir, pero finalmente saldrán (librados) con grandes bienes. … Más a la cuarta generación volverán acá,…” [Bereshit 15:13-16]

Eretz, la tierra de Canaán, es herencia eterna para Am Israel,

la simiente de Abraham-Yitzhak-Yaacob

Dice el Eterno a Am Israel: Mirad la tierra que os di. Id a poseerla. Es la tierra que prometí a Abraham, Yitzhak y Yaacob, para dársela a ellos y a su descendencia después de ellos [7]. Y te daré a ti (a Abraham) y a tu simiente después de ti la tierra de tus peregrinaciones: toda la tierra de Canaán, como posesión eterna, y Yo seré el D-s de tu descendencia” [8]. E hice un Pacto con ellos para darles la tierra de Canaán, la tierra donde habitaron [9]. Y le dijo el Eterno a Moshéh: “Anda, márchate con el pueblo que hiciste subir de la tierra de Egipto, a la tierra que juré a Abraham, a Yitzhak y a Yaacob cuando les prometí: “A tu simiente te la daré”[10].

La entrega de la Toráh. El Berit (La Alianza) en Har Sinái.

Haremos y Escucharemos [11]

El Shabat del año 2448 del calendario hebreo los Benei Israel estaban reunidos al pie de Har Sinai, separadamente hombres y mujeres, todos unidos junto a los millones de almas no nacidas aún de sus descendientes y las almas de todos los guerim (conversos) quienes aceptarían la Toráh en todas las generaciones futuras. Moshéh explicó a Am Israel lo que le había dicho el Eterno, enumeró todas Sus leyes, y el pueblo respondió al unísono: “Todo lo que mandó el Eterno haremos y escucharemos”. [12]

Los Jajamim afirman que al declarar Am Israel: “Todo lo que mandó el Eterno haremos y escucharemos”, el pueblo alcanzó una grandeza espiritual elevadísima, “ya que esta es la forma en la que los ángeles sirven a Hashem, antes de escuchar su misión están dispuestos a hacerla”. El pueblo manifestó una fe absoluta hacia el Creador al declarar que siempre estarían en disposición de obedecerle, como Abraham lo estuvo en su vida y en la Akedá. El Midrash explica que Ado-nai inclinó los cielos hasta que ellos alcanzaron Har Sinai y Su Kisé haKabod (Trono Celestial) descendió sobre la montaña.

Esta Alianza entre D-s y Su Pueblo, junto a la declaración de Am Israel: “Haremos y Escucharemos” han tenido una repercusión central y trascendental en la Historia, no sólo de Israel, sino de toda la humanidad. Todo el antisemitismo se basa en la envidia de los pueblos hacía esta Alianza. Am Israel sin la Toráh sería igual a todos los pueblos, y perdería su singularidad, disolviéndose entre las naciones.

Aunque distorsionados, los Mandamientos han sido incorporados por el Cristianismo y el Islam, religiones que dicen seguir la Ley Divina. Estos Mandamientos y leyes son, teóricamente, el marco de muchas otras del mundo actual Pero para el judaísmo la legitimidad de la Toráh y sus leyes no procede de un contrato, convenio o acuerdo humano, ni del mismo pueblo, sino que proceden del Eterno, por lo que estas son transcendentales e inmutables y su vigencia y validez son inalterables y eternas, y no obedecen a cambios o convenios o conveniencias.

La Alianza, Berit, se rubricará frente al Har Sinái: “Escuchad ahora Mi voz y guardad Mi Pacto. Seréis para Mí propiedad preciada entre todos los pueblos, Porque Mía es toda la tierra. Y seréis para Mí un reino de sacerdotes y un pueblo santo”. [13]

El Berit, la Alianza, es la elección de D-s, soberanía de D-s y comunión permanente con Su pueblo El Berit es el convenio exclusivo, indisoluble y obligatorio para ambas partes, entre D-s y Su pueblo. Mediante este Berit, Alianza, que es la señal inconfundible de una incomparable, irreversible e irrevocable inclinación del D-s uno a Su pueblo, Israel se diferencia claramente de las religiones politeístas mítico-naturales de su entorno. Israel lo entenderá así retrospectivamente en la totalidad de su propia historia. El Berit, la Alianza, fue con Abraham [14], confirmada a su hijo único Yitzhak [15] y al hijo de este, Yaacob [16], y ahora el Berit es con todo el pueblo, con Am Israel. A la promesa de fidelidad de D-s, Israel deberá responder con fidelidad.

En este sentido, Berit y Toráh constituyen un binomio inseparable. Am Israel está obligado a la obediencia a los mandatos, leyes y decretos, y aunque en momentos de su historia Am Israel se prostituirá,“Pero te envaneciste de tu hermosura, y te prostituiste aprovechando tu renombre, entregándote a cada uno que pasaba” [17] y también a pesar que Am Israel abandonará el obligado cumplimiento de estas leyes, el Eterno tendrá compasión de Su pueblo: “Pero me compadeceré de la Casa de Yehudá, y los salvaré por el Eterno su D-s” [18] y finalmente restaurará a Israel. [19]

La Salida de Egipto. Pesaj

Antes de llegar a Har Sinái, el pueblo de Israel vivía en régimen de esclavitud en Egipto, y estaba confederado en Doce Tribus, descendientes de los doce hijos de Yaacob. Junto a la promesa dirigida a los Patriarcas y la Alianza con Abraham, es básico para la forja de la nación, de Am Israel, el recuerdo, profundizado y enriquecido sin cesar, de la liberación de la esclavitud de Egipto.

Israel entendió el momento de su nacimiento como una elección, liberación y salvación del pueblo, atribuidas a D-s, uno y único de todos los pueblos, Creador de los cielos y de la tierra. Am Israel tuvo la absoluta convicción que su liberación procedió del Eterno. Ado-nai es el verdadero salvador y protector de Israel. El profeta Hoshea dirá: Pero Yo soy tu D-s, que te libró de la tierra de Egipto. Tú no conoces a otro Dios más que Yo, y fuera de Mí no hay salvador. [20] Esta liberación del pueblo elegido por D-s se recuerda diariamente mañana y noche en la recitación del Shemá: …Para que os acordéis y hagáis todos Sus mandamientos, y seáis santos a vuestro D-s. Yo, el Señor, vuestro D-s, que os saqué de la tierra de Egipto, para ser vuestro D-s. Yo, el Señor, Soy vuestro D-s [21] y también en cada celebración sinagogal, durante todo el curso del calendario anual hebreo, y especialmente en Pesaj.

Los israelim adquirieron fuerza y conciencia cuando sacaron y tomaron de sus rebaños corderos para sacrificarlos ante los ojos de los egipcios [22]. Los Benei Israel demostraron enorme valentía y decisión al retener los corderos durante cuatro días y degollarlos en público en honor del D-s de Israel, de aquellos animales sagrados en Egipto, y asarlos al fuego, conforme a la recomendación aplicable a los ídolos [23], y para colmar la medida del desprecio a esa idolatría, ningún hueso debería romperse, siendo lanzados a los perros que los devorarían. La sangre de los corderos sirvió para rociar los dinteles de las puertas, no permitiendo que el destructor entrase en sus casas para herir a los primogénitos.

Desgraciadamente no todos los israelim salieron. Aquellos que prefirieron quedarse en Egipto fallecieron en la plaga de los tres días de oscuridad [24]. Rashí dirá que el número de los que murieron durante los tres días de tinieblas llegó a cuatro quintas partes de la población israelí, lo que corresponde a 2.400.000 personas, y el TargúnYonatán, adoptando la opinión de Rabí Akivá en Mejiltáh, indica que el número de prosélitos –esclavos, prisioneros de guerra, bastardos, egipcios convencidos, hititas, alcanzaba a las 2.400.000 personas, paganas convertidos al judaísmo.

¿Quién tiene memoria de aquellos que abandonaron el judaísmo?

La hierba se seca, la flor se desvanece, pero la palabra de nuestro D-s permanecerá para siempre [25]. ¡Qué la Toráh sea una lámpara para los pies de cada yehudí y una luz en su senda iniciada en Pesaj para observar los juicios justos del Eterno! [26]

Amén veamén

NOTAS

[1] Yeshayahu 45:7, [2] http://www.shabuatov.com/treceprincipios.php

http://www.vienemashiaj.com/2009/04/los-13-principios-de-la-fe-judia.html

[3] Bereshit 13:15-16, 15:5-7, 26:24, 28:13-14, 32:. [4] Bereshit 22:17, [5] Bereshit 17:7-8, Shemot 6:4, [6] Bereshit 12:7, 15:18, 17:7-9, 19, 26:4, 28:4, 13, 35:12, 48:4, 50:24, Shemot 3:8, 17, 33:1, Bemidvar 34:2 Devarim 1:8-10, 34:4, [7] Devarim 1:8-10, [8] Bereshit 17:7-8, [9] Shemot 6:4, [10] Shemot 33:1 [11] http://www.es.chabad.org/library/article_cdo/aid/521501/jewish/Matan-Tora-La-Entrega-de-la-Tora.htm

http://midrashtoledo.com/ensmishpatim.html

[12] Shemot 24:1-7, [13] Shemot 19:5-6, [14] Bereshit 15, [15] Bereshit 17:19-21, 24:7,26:1-5, [16] Bereshit 28:3-4, [17] Yejezkel 16: 15, [18] Hoshea 1:7, 3:1, [19] Yejezkel 36, [20] Hoshea 13:4

[21] http://www.madregot.com/plegaria/plegariaheb02.html#EL%20SHEMA%20ISRAEL

http://www.madregot.com/plegaria/plegariaheb01.html

[22] Shemot 12:21. [23] Devarim 7:25, [24] Shemot 10:21-23, [25] Yeshayahu 40:8, [26] Tehilim 119:105-106