Por: Dr. Yitzhak Calafi
¿Cuál es la causa de la permanencia del pueblo de Israel?
Todos los legados del hombre han sido destruidos por otros hombres. A pesar de las buenas intenciones, y no pocas veces también perversas, el legado de unos es borrado por otros. Uno de los diarios de mayor tirada en España, La Vanguardia, declaraba el domingo 18 de marzo de 2012 “Rajoy desmonta en cien días el legado de Zapatero” haciendo referencia a que los cambios que había introducido el anterior presidente de gobierno de España habían sido eliminados o debilitados [1].
Hay multitud de pueblos que una vez conseguida su independencia y su libertad han explotado y oprimido a otros pueblos, olvidando que ellos fueron esclavos maltratados por sus antiguos amos. ¿Cuántos programas se han establecido en las naciones para cambiar, con el fin de mejorar, progresar y todos ellos se han vuelto obsoletos? Tampoco han durado los sistemas que se han ideado para dominar al mundo, para someterlo a la tiranía. Todas las naciones que se han forjado desde hace milenios han desaparecido, todas menos Israel y la pobladísima China, y todos los pueblos que han compuesto estas naciones han cambiado de religión, de ideología, todas menos Israel.
Podríamos recorrer toda la historia, ya antes del Imperio Egipcio, Asirio, Babilónico, Medo-Persa, de la Grecia de Alejandro el Magno, y de la Pax Romana, que se auto declaraban eternos, o el del Imperio Sacro-Romano-Germánico, hasta llegar al siglo pasado, cómo el criminal Tercer Reich, que se creía que instauraba un nuevo milenio, o el Comunista?
Ningún sistema, ninguna presión, y ninguna fuerza han podido desmontar el legado de Am Israel, ni presiones internas, ni las externas.
En la historia de la Humanidad se han visto épocas de un mayor grado de libertad y tolerancia, y de un mayor progreso ético, pero al cabo de un cierto tiempo, normalmente en pocas generaciones, se ha producido un deterioro y retroceso social ético y moral, el caso más cruel y tenebroso: el nazismo, causa y efecto del derrumbe moral del pueblo alemán, un elevadísimo deterioro ético respecto a épocas anteriores en el mismo pueblo germano.
Todos los cambios que han acontecido en la humanidad con sus correspondientes crisis han generado
un abandono y olvido de las ideologías que las sustentaban, y así vemos como se ha pasado del Imperio, al feudalismo, al capitalismo, al socialismo, nuevamente al capitalismo, y a una crisis sobre los valores y una época de relativismo ético, que ha devenido en un nihilismo.
Sólo hay una nación entre todas las del mundo que mantiene su legado, a pesar de todas las presiones, y de estar dispersada, y de todas las tribulaciones sufridas, y ésta es Israel, ya que según las leyes de la naturaleza, el pueblo judío tendría que haber sucumbido y su legado desaparecido como ha ocurrido con todas las naciones. La historia del pueblo judío ha tenido, y tiene, un curso excepcional, que desafía las leyes convencionales que han regido a todos los pueblos, siendo el devenir de Am Israel único, más allá de las leyes de la naturaleza humana y social.
Y esta historia singular ya fue profetizada y sin fallar el más mínimo detalle hace miles de años por los profetas de Israel. Es el mismo Eterno quien garantiza, y lo hemos comprobado como se realiza milagrosamente, que “ni siquiera estando Am Israel en tierras lejanas será desechado totalmente ni él se dejará llevar por Su ira para anular Su Pacto con nosotros, pues Él es nuestro D-s, el Eterno” [2].
Hay críticos que argumentan que la pervivencia, cuasi cuatrimilenaria, de Israel es un ejemplo de cómo las minorías sobreviven al adaptarse en ambientes adversos, pero la Historia nos muestra lo contrario, que no sólo en ambientes hostiles las minorías desaparecen sino que también en medios favorables. Todos los pueblos vencidos son absorbidos, asimilados, integrados y disueltos en la corriente de la marea humana de los vencedores. Estos críticos contra argumentan con el ejemplo de la minoría gitana que sobrevive dispersa al igual que la judía, pero omiten que ésta es mucho más reciente, no ha sufrido persistentemente la misma presión y que en absoluto mantiene su propia identidad religiosa y nacional y desconoce su propio origen, aunque recientemente hay estudiosos que creen que los gitanos proceden de las Diez Tribus Perdidas [3].
Vemos que a lo largo de la Historia a mayor presión adversa se acelera la disolución de una minoría. Otros críticos aducen que es la voluntad del pueblo judío, verbalizada por sus profetas, la que hace que las profecías se cumplan al seguir Am Israel las indicaciones preestablecidas por los profetas. Esta crítica no se sostiene por dos razones: la primera es de índole histórica, ya que nunca en la historia las previsiones de los ideólogos –pretendidos profetas- de otros pueblos se han cumplido. La voluntad de transformar el mundo bajo la égida universalista de Alejandro Magno se desvaneció al fallecer este, así como el de la Pax Romana, mucho antes del declive del mismo Imperio Romano, la voluntad de gobernar el mundo milenariamente al que se entregaron en cuerpo y alma los nazis para implementar su tenebroso y perverso Tercer Reich, o el de los teóricos del marxismo que predijeron el colapso del capitalismo y su sustitución por el socialismo y el comunismo ,como última etapa de la Historia.
Podemos contemplar el fracaso estrepitoso de todos estos sistemas, muchos los cuales sus “profetas”, falsos profetas y seguidores se entregaron en cuerpo y alma, asesinaron y murieron por implementar sus “profecías”. La Historia muestra que la voluntad de crear un legado eterno no lo hace eterno.
La segunda razón es que el mismo Pueblo de Israel al salir de Egipto no tuvo en ningún momento la voluntad de dar un legado a la humanidad. Quisieron salir, y no todos, porque eran maltratados, humillados, explotados, y privados de los más mínimos derechos por los egipcios. En ningún momento las gentes, israelim y la mezcla de gentes, que salieron de Egipto pensaron entregar un legado que podría trascender a la humanidad y a todos los tiempos, en cuyo fin estuvieran dispuestos a sacrificarse a vivir y morir en el desierto, con el objetivo de trascender el legado milenariamente. Lucharon con mucha más fuerza los que deseaban imponer el nazismo, la Inquisición, el comunismo y otras ideologías, para toda la eternidad y humanidad, que Am Israel en perpetuar el legado de la Toráh, y a pesar que muchas veces, como veremos habrá gente de Israel que protestará y se rebelará contra Moshéh en la travesía del desierto añorando la miseria que tenían en Egipto. Nadie se acuerda de las “profecías” y legados y promesas de todas las naciones. Sólo persisten las de Israel.
¿Cuál es la causa de la permanencia del pueblo de Israel?
NOTAS
[1] http://www.youkioske.com/prensa-espanola/la-vanguardia-18-marzo-2012/
http://www.lavanguardia.com/politica/20120318/54270455128/rajoy-desmonta-zapatero-cien-dias.html
[2] Vayikrá 26:44 Yirmiyahu 31:34-36, Malají 3:6
Be the first to comment