Por: Becky Krinsky Braverman/ recetasparalavida.com
“V’Nagaf Hashem et Mitzraim nagof verafoh”. D´os golpeará a Egipto, golpeará y curará (Isaiah 19:22)
“Un golpe para Egipto y una cura para el pueblo de Israel” (Zohar)
Las casualidades no existen. Todo lo que pasa en este mundo tiene una razón de ser. Los eventos, las situaciones, las personas, las alegrías y hasta las tragedias tienen su motivo, si bien en ocasiones es claro y fácil de percibir, en otros casos no lo es.
Cuando no se quieren ver las señales que son evidentes, cuando se niegan los mensajes espirituales, surge la necesidad de crear conciencia en un nivel más tangible; ya que el aprendizaje es inminente. Es importante plantear eventos y condiciones que ayuden lograr la enseñanza necesaria para lograr la conexión y relación para crecer y ser mejor. Sobre todo, para encontrar el toque divino que está presente aquí, en este preciso momento y en nuestra vida.
Posiblemente cuando se vive en un plano
meramente espiritual y la relación con D´os es muy profunda, es mucho más fácil entender un sin número de cuestionamientos que una persona secular tiene y no puede entender. Sin embargo hay conceptos y fundamentos que ya sea una persona religiosa, secular o tradicionalista, deben de comprenderse y estar alineados y claramente entendidos.
Las plagas, son las maestras eternas, no solo porque terminaron con la dinastía más poderosa de la era, sino que también sanaron y levantaron al pueblo de Israel de uno de los estados más bajos, impuros y depreciables que habían llegado en la historia; de hecho, su impacto y enseñanza siguen sanando y educando después de más de 3300 años.
¿Cuál es la enseñanza tan importante de las plagas? ¿Acaso las plagas no fueron solamente castigo para los Mitzrym? ¿Cómo algo puede castigar y sanar al mismo tiempo?
Las plagas despiertan un grado muy profundo de conciencia demostrando en un plano material y concreto los conceptos básicos que fundamentan la fe y la existencia de D´os.
Por medio de acciones precisas e instrucciones claras, los habitantes de Egipto y el pueblo de Israel, dejan su rol pasivo en la historia, para ser testigos y partícipes y del legado más sagrado que hasta el día de hoy se aplica.
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D´os es uno y es poderoso
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D´os se encuentra directamente relacionado en la vida de todos
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No hay nadie como Él
Las plagas no fueron un castigo novedoso, simplemente fueron el pago equivalente al daño que los egipcios causaron hacia el pueblo judío, en ese entonces el pueblo esclavizado.
¿Cuáles fueron las acciones penadas de los egipcios?
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Hicieron sentir al pueblo judío extraño en su propia tierra
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Actuaron con superioridad, indiferencia y soberbia
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Excedieron la opresión física
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Quitaron la vida de los recién nacidos
¿Cuál fue el castigo para cada una de estas acciones?
Sangre en el agua del rio Nilo, los grillos gigantes que atacaron dejando daños significativos en los cultivos y las plantas, el granizo con fuego que quemó las cosechas, tres elementos físicos que hacen sentir a los egipcios exactamente extraños en su propia tierra, ya que tomando elementos importantes y conocidos, como el agua, la tierra y el aire, las plagas actúan como fuerzas irreconocibles e inentendibles a su propia naturaleza. Aquí se manifiesta que hay un D´os por encima de todas las deidades egipcias y que es poderoso.
Las ranas, animales sucios y despreciables, la muerte del ganado y los animales salvajes; logran que los egipcios se sientan sucios, incomodos y muy temerosos. Estas plagas les recuerdan que no son superiores a nadie, fueron estas plagas las que enseñan el poco control real que los egipcios y en general la gente tiene sobre las cosas. También les demuestra que D´os está involucrado aquí en esta tierra, ¿quién más puede hacer que las bestias ataquen solo a los egipcios?
El polvo que se convirtió en piojos que atacó a todos los egipcios, la lepra o las ampollas y la obscuridad, plagas que atacaron directamente y fiscalmente al cuerpo de los egipcios, mostrando una vez más la fuerza y el poder de D´os y marcando con el cuerpo de los alguna vez opresores, el dolor físico que causaron al pueblo de Israel.
La última plaga, el castigo más severo, el dolor más intenso; La muerte de los primogénitos. Un corazón duro, cerrado e indiferente, una persona que no tiene misericordia, que excede los límites del poder y la maldad, necesita recibir en sus propios términos la retribución por sus acciones. Paró, se creía el D´os supremo, no escucho 9 veces el mensaje claro: “deja salir a mi gente, escucha a mi D´os…” así que finalmente, la peor de todas las pagas cayó ante el pueblo egipcio, los primogénitos morían uno a uno, dejando a todas las familias con pena, creando un dolor intenso, así como ellos lo hicieron, cada vez que arrojaban a los bebes del pueblo judío al río.
Cada vez que los Mitzrym sufrían una de las plagas, los yehudim presenciaban el tormento, también sentían la presencia de D´os. Si bien no se trataba de hacer justica ante tanto daño o por los tiempos amargos y de dolor vividos; definitivamente tuvieron la oportunidad más valiosa que hasta el día de hoy sirve como ejemplo e inspiración.
El pueblo de Israel fue rescatado por D´os y liberado de sus males a través de los milagros, la fe y la confianza que Moshe y finalmente todo am Israel encontró.
La libertad en nuestras vidas
La próxima vez que sientas que estás pasando por un camino angosto (Mitzraym), o te encuentres a un Paró, que te quiere oprimir, ya sea por falta de dinero, por una enfermedad o por un problema familiar, por favor recuerda que:
Eres libre, tienes el derecho y la posibilidad de luchar y de superarte. Tienes que ver, sentir y comprender, que todas tus acciones son importantes, aun cuando pienses que nadie te está observando, todo cuenta y en su momento cada cosa tendrá su retribución.
Y lo más importante; D´os está en todas partes, es tu trabajo y tu responsabilidad escuchar y reconocer los mensajes; hay que ser sensible, humilde y sobre todo encontrar la relación con Hashem. Fortalece tu relación con Él, nadie es más grande, más poderoso y te conoce mejor que Él.
Recuerda: no estás solo y siempre hay una salida hasta de las peores condiciones.
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