¡La primera impresión es la que cuenta!
Dicen que no hay una segunda oportunidad para una buena primera impresión. La primera impresión es muy importante, principalmente cuando se trata del judaísmo y tu público son niños chiquitos.
Este mes queremos dar reconocimiento a una Mora sobresaliente, una Mora que enseña a los pequeños “ticos” sus primeras frases en hebreo y que con su hermosa personalidad logra enamorarlos del judaísmo y hacerlos sentirse orgullosos de ser judíos ¡Esta es la Mora Elena Dybner del Instituto Dr. Jaim Weizman de Costa Rica!
Elena, muchísimas gracias por esta entrevista, es un verdadero honor. Comparte con nosotros un poco de tu trayectoria. ¿Cómo empezó todo?
¡Hola, Daniel, muchas gracias a ti!
Bueno, nací en San José, Costa Rica, hace 59 años. Fui muy afortunada ya que gracias a mis padres tuve una infancia muy linda y especial. Crecí en un hogar judío con respeto, cariño, comunicación y con la identidad y tradiciones judías muy arraigadas.
Cursé todos mis estudios en el Instituto Dr.Jaim Weizman, una escuela con formación de identidad judía. Ahí es donde trabajo hoy en día.
La verdad es que desde niña siempre quise ser Mora y conforme fui creciendo mi vocación también creció. Al graduarme de la secundaria entré a la Universidad de Costa Rica a estudiar para ser docente de preescolar y así cumplir mis sueños.
Me impresiona mucho el hecho de que lleves trabajando tantos años en el Instituto Dr. Jaim Weizman, donde pasaste toda tu infancia. ¡Toda una vida dedicada a esta institución! Cuéntame ¿Qué hace a este lugar tan especial?
El instituto Dr. Jaim Weizman es verdaderamente un lugar muy especial. A pesar de que el colegio es pequeño, siempre participa y realiza diferentes actividades y proyectos con el objetivo de verdaderamente vivir la identidad judía. Te cuento que el proyecto que a mí más me emotiva es el proyecto de Shorashim.
Recuerda que la comunidad judía de Costa Rica no es muy grande así que el colegio juega un papel muy importante. Algo muy bonito es que el colegio, el Centro Israelita y el Centro Deportivo es un todo, son las mismas familias y los mismos niños que participan en las mismas actividades sin fallar a ninguna.
Elena, llevas toda una vida siendo Mora ¿Cuál ha sido tu mayor reto?
La verdad he disfrutado mucho mis años de trabajo como Mora. Sin embargo, uno de los retos es enseñar a estudiantes con algún área de oportunidad, es decir, que tengas determinada dificultad. Pero te digo la verdad, con empeño y objetividad he logrado que los estudiantes salgan adelante.
Otro reto es que los niños adquieran respeto y amor a las costumbres, tradiciones, idioma y que se sientan orgullosos de ser judíos.
Realmente, no hay mayor satisfacción que ser la Mora que logra que sus alumnos salgan adelante y que se sientan orgullosos de ser judíos.
Es muy cierto, la verdad me siento muy satisfecha por mis logros como profesional y en cada año laborado siempre he tenido mis alegrías. Es muy lindo sentir el cariño de los niños y verlos aprovechar y manifestar su aprendizaje al idioma y las tradiciones judías.
De tus palabras se siente que has tenido momentos muy emotivos en tu carrera. ¿Qué consideras lo más emotivo de tu trabajo como Mora?
Para mí lo más emotivo es cuando los padres me envían videos donde graban a sus hijos demostrando en la casa lo que aprendieron en el Colegio. Por ejemplo, como cantan con alegría, repiten las Brajot, así como el aprendizaje de las festividades entre otros.
¿Has tenido alguna situación en la que haya ocurrido algo chistoso?
¡Si! Te cuento, todos los días rezamos en el colegio y recolectamos Tzedaka. Un día un niño llegó a su casa y le dijo a su padre; ¡Papi papi, necesito que me des mucha plata para llevar al colegio! El padre preguntó a su hijo para que quieres que te de plata para llevar al colegio? El niño contestó, ¡Es que la Mora Elena no tiene plata y necesita! Nos dio mucha riza.
Estas experiencias son invaluables y justifican todo esfuerzo ¿Le recomendarías a alguien que sea More o Mora?
Como te dije, me siento muy satisfecha en mi papel de docente, pero considero que el ser Mora es una vocación que la persona debe sentirla como una necesidad para enseñar a otro.
Tienes razón, por una parte es muy lindo enseñar el idioma hebreo y los valores del judaísmo, pero no es nada fácil. Uno debe de sentir la necesidad de transmitir estos valores. ¿Tienes algunos “tips” para aquellas personas que tienen esta motivación y están comenzando su carrera como Morim?
¡Claro que sí! De hecho, tengo varios: ser creativo, amar lo que se transmite, tener ética profesional. Algo muy importante es enseñar a través de el ejemplo. Es esencial saber trabajar en equipo y mantenerse actualizado. Más que nada, es fundamental tratar de entender la particularidad de cada niño.
Has dicho que para ser Mora tienes que amar lo que transmites. Tú eres maestra de judaísmo ¿Qué es lo que más amas del judaísmo?
Para mí el judaísmo tiene muchos elementos muy bonitos; la relación con D´os, la importancia del prójimo dentro de nuestras creencias y las tradiciones y costumbres de nuestras fiestas.
Me imagino que también has de amar Israel ¿Si pudieras vivir en Israel en qué parte de este país vivirías?
Me encantaría vivir en Tel Aviv ya que es un lugar muy especial y alegre.
Elena, llevas toda una vida enseñando ¿Vez alguna diferencia entre los niños de hoy y los niños de cuando comenzaste?
Como es de esperar las generaciones cambian. Hoy en día los niños tienen otros valores y otros intereses. La tecnología ha sido un factor muy influyente. Con una generación de padres muy ocupados, creo que los niños tienen muy poca supervisión y están expuestos a demasiada información.
Esto dicho, aún hoy en día se siguen manifestando virtudes y valores como el amor, la amistad, la solidaridad, el perdón entre otros.
Elena ¿Tienes algún miedo?
Todos tenemos algún miedo. En mi caso es sentirme sola.
¿Cuál es tu sueño?
Mi sueño es viajar a Israel y por el mundo.
Elena ha sido un gran gusto y honor ¡Muchas gracias!
¡Gracias a ti!
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