Por el Rabino Ilan Rubistein
“Y tomó Kóraj, hijo de Itzar, hijo de Kehat, hijo de Leví yDatán y Aviram, hijos de On, hijo de Pélet, de la tribu de Reubén y se levantaron contra Moshé…” (Bamidvar 16:1,2).
En esta parashá se produce la más grave rebelión contra los líderes en la estancia en el desierto. Kóraj, Datán y Aviram junto a doscientos cincuenta hombres importantes se juntan para amenazar el liderazgo de Moshé y Aharón.
Cuando algo así ocurre lo primero que quisiéramos saber son los argumentos de los rebeldes, las mejoras que quieren implementar y los problemas a futuro que evitarán. Pero las palabras de Kóraj no suenan claras y convincentes, sus argumentos se pierden en la vaguedad. “Se arrogan demasiado, toda la congregación es santa y el Eterno está en medio de ella, ¿Por qué entonces se encumbran sobre el pueblo del Eterno?” (Bamidbar 16, 3)
¿Qué quiere Kóraj realmente? ¿Moshé está mal porque ha sido elegido por D-os para dirigir los destinos del pueblo? ¿Acaso este trabajo le daba prestigio a Moshé? ¿Cuánto ha luchado Moshé para salvar al pueblo del enojo de D-os?
Hay dos expresiones que quizá nos indican las verdaderas intenciones de Kóraj y las de Moshé.
La Torá nos describe el comienzo de la rebelión con estas palabras: “Y tomó Kóraj” pero no dice lo que tomó ¿Qué tomó? También Moshé se justifica delante deD-os: “No he tomado ni un solo asno de ellos, ni les hice ningún mal”(Bamidbar 16, 15) y le pide que no reciba la ofrenda de incienso de los rebeldes mostrando así su preferencia por él y Aharón.
Con respecto a Kóraj dice: “Y tomó” y Moshé dice: “No he tomado”.
¿Qué nos enseñan de cada uno estas expresiones?
El Rab A. A. Mishkovsky, Rosh Yeshivá de Kneset Jizkiahu, era un individuo muy especial. Tenía la virtud de poner a sí mismo de lado y aconsejar a las personas incluso si su consejo le generaba a símismo algún perjuicio. La dirección de la Yeshivá había decidido que un
determinado alumno no alcanzaba el estándar requerido y no continuaría después de vacaciones. Mientras tanto, el alumno, ignorando la situación, pidió una cita con el Rab Mishkovsky para determinar si era lo mejor para él permanecer en la Yeshivá o buscar otras áreas de estudio. El Rab, siendo un hombre de intachable integridad, le dijo que lomejor para él era permanecer en el ambiente de la Yeshivá. Cuando sus colegas de la administración escucharon esto se sorprendieron.
–¿Por qué no le dijo que deje la Yeshivá?, –le preguntaron– nos hubiera ahorrado un dolor de cabeza si se hubiera ido por sí mismo.
–Él me preguntó qué era lo mejor para él, no lo que era mejor para la Yeshivá –dijo el Rab Mishkovsky– y yo le di el consejo correcto.
Este es el ejemplo de un gran Rabino. Esta clase de personas son los que están dispuestos a sacrificar su comodidad y conveniencia con tal de velar por los intereses de los demás.
Kóraj era una persona egoísta, pensaba únicamente en él mismo, en lo que era bueno para él. Por eso laTorá dice: “Y tomóKóraj” tomar es señal de egoísmo, dar es señal de altruismo.
Pero Moshé habla de una manera diametralmente opuesta, Moshé argumenta que él no ha tomado nada de ellos ni les ha hecho ningún mal. ¿Qué justificación tienen estos reclamos entonces? Incluso un burro del pueblo no tomó, ya que a pesar de que para él sería bueno, para el dueño sería malo.Moshé únicamente pensaba en el bien de la gente y no en su propio bien, Kóraj era todo lo contrario. Su ansia de poder y egoísmo sólo hubiera perjudicado al pueblo.
El liderazgo no es para aprovecharse de él y vivir tomando, el liderazgo genera la responsabilidad moral de dar.
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