Por: Daniel Herc
Todos deseamos ser exitosos, ¿o no? ¿Qué es miedo al éxito? El miedo al éxito es una condición psicológica por la cual el individuo, ante la posibilidad de alcanzar el éxito en una área determinada, realiza esfuerzos, conscientemente o no, por arruinar dicha posibilidad.
¿Por qué alguien le tendría miedo al éxito? El éxito da miedo por el significado que le damos. En este ámbito me gustaría poder enfocarnos en dos significados “comunes” de éxito y el miedo que este trae en la gente:
1. Consideramos que el éxito demuestra nuestro valor como personas.
Si pensamos así, una vez alcanzado cierto nivel, creemos que tenemos que mantenerlo a toda costa para no perder ese valor adquirido. Esto significaría tener éxito en todo lo que hacemos, no fallar nunca.
Esto es imposible. Ante esta creencia errónea, la gente prefiere estancarse en donde considera que puede mantenerse fácilmente.
2. Pensamos que, a mayor éxito, mayores responsabilidades, trabajo y esfuerzo.
Creemos que el tener éxito va a exigir de nosotros conductas que no tenemos o responsabilidades que no sabemos manejar.
Cuando pensamos que el costo va a ser muy elevado, nos frenamos.
Para poder enfrentar este miedo no tan conocido hacia el publico, pero si bien presente en la conciencia de cada uno, hace falta trabajar en las presunciones o “errores” sobre lo que el éxito implica.
Hoy en día, se enfatiza mucho los derechos del hombre. A tal punto que existen organizaciones de defensa del derecho de cualquier cosa que camine en la tierra: derecho del consumidor, derecho de la mujer, los derechos de los animales, derechos de los niños, etc…
Sin embargo, ¿cuántas organizaciones defienden las obligaciones del hombre, del consumidor, etc.?
Esto se debe a que a en las ultimas generaciones, la persona se inclinó por la opción de proclamar en voz alta ” Yo me lo merezco”, “este es mi derecho”, y muchas más oraciones que enfatizan donde están nuestra prioridades. Hoy pretendemos más hacia nosotros y menos hacia los demás. Hoy en día enfatizamos más nuestros derechos y menos nuestras obligaciones.
El Mesilat Yesharim empieza su primer capitulo diciendo: “La base de la bondad y la raíz del trabajo puro y simple es que se le aclare y verifique hacia la persona cual es su obligación en el mundo”. Es decir, para que la persona logre la plenitud de sus calidades, para alcanzar la perfección ética, debe aclarar y conocer cual es la oblación en el mundo.
Una vez un rab encontró a su hijo estudiando este libro tan elevado (Mesilat Yesharim) y le preguntó por dónde iba leyendo. Este le comentó justo la frase que recién mencionamos. Entonces el rab le dijo al hijo que ya era suficiente, que después de haber leído esa frase el ya no necesitaba seguir estudiando pues esa frase contenía el contenido de todo el libro. El niño no entendió a su padre, entonces este le aclaro: “El problema en general es que la gente no sabe cual es su obligación, su responsabilidad, pero si sabe cual es su derecho. Si la gente sabría cual es su oblación en el mundo, esta podría trabajar libremente en su camino, pero al ser que la gente se concentra en cual es su derecho, los caminos de todas las personas se cruzan demasiado y el trabajo se hace difícil e interminable”.
Cuenta la perasha que D-os le ordena a Moshe que después de que este se vengue del pueblo de Midian por lo que ellos le hicieron al pueblo de Israel, este iba a morir. El Midrash explica que Moshe podría haber atrasado la venganza con Midian para poder vivir más años, pero el combatió enseguida con alegría como D-os le había ordenado. ¿Por qué? Porque Moshe sabía cual era su obligación. Para Moshe, tener éxito, es cumplir con la obligaciones que uno tiene.
Moshe podría haber temido al éxito y ponerse en un lugar seguro, un lugar cómodo, un lugar en el que no pueda “fracasar”, pero este prefirió cumplir con sus obligaciones.
La receta de Moshe no es no fallar nunca, como lo que supuestamente una persona exitosa tendría que ser, si no es vivir una vida plena en base a las responsabilidades que tenía. Moshe llego a ser Moshe Rabenu debido a que el sabía no escapar de sus responsabilidades, incluso si estas podrían poner en juego su “éxito”.
El verdadero Éxito depende del esfuerzo con el que se hacen las cosas. Mientras más uno se esfuerza, sin importar cuantas veces fracase, más uno demuestra que su meta es no bajar lo brazos nunca. El verdadero éxito es no rendirse.
Combatamos los miedos al éxito, y seamos defensores de nuestras obligaciones.
Shabat Shalom
excelente!!! esta enseñanza,que DIOS nos ayude y ilumine nuestra mente y corazón para ser responsables con él , con nosotros y con los demás,confiar plenamente en las enseñanzas de nuestro DIOS y ser obedientes