Por el Dr. Yitzhak Calafi
שְׁמַע יִשְׂרָאֵל ה’ אֱלֹקֵינוּ ה’ אֶחָד
Shemá Israel Ado-nai Elo-henu, Ado-nai Ehad [Devarim –Deuteronomio- 6:4]
(Escucha Israel, Ado-nai es nuestro D-s, Ado-nai es Uno).
Esta frase es la Profesión de Fe que nos acompaña desde la más tierna infancia hasta la tumba. Nos hace consciente de nuestro judaísmo, la recitamos al acostarnos y al levantarnos. Es el axioma del pensamiento judío, y ha sido elegido entre los 4.875 pesukim (versículos) de la Torah (los Cinco Libros de Moshé) para convertirse en la divisa de Am Israel y todas las épocas de nuestra historia. Los mártires de Am Israel lo han expresado antes de morir.
Los yehudim lo rezamos dos veces al día, por la mañana y por la noche. El Shemá es la expresión fundamental de la creencia judía monoteísta.
En el Shemá las letras ayin (ע) y dalet (ד) se destacan por su tamaño, de modo tal que forman la palabra Ed (עד -‘testigo’-), por lo que D-s testifica la autenticidad de nuestros pensamientos o palabras cuando proclamamos Su Unicidad.
El judaísmo considera que todo el Universo, lo conocido y lo desconocido, es creación de la Unicidad Absoluta de D-s, el Creador de todo lo existente.
El descubrimiento judío de la Unicidad en el Universo representa una verdadera ciencia.
La multiplicidad, la gran variedad y pluralidad de los fenómenos en la naturaleza, las diferencias, divergencias, contrastes, similitudes, disimilitudes, contradicciones y oposiciones tanto en lo humano como en la naturaleza inmediata y en el cosmos han generado la idea del politeísmo en todos los otros pueblos.
Para el judaísmo esta multiplicidad y diversidad refleja la acción del D-s Único. Todo lo existente, lo conocido y lo no conocido son parte del Uno, y obedece todo ello a las mismas leyes emanadas por el Creador, D-s.
Las leyes del Altísimo no sólo rigen en el mundo físico, también en el espiritual. Cada ser humano, cada uno de nosotros somos creados por el mismo Ser, el Ser Absoluto, Único y Singular, y de Él exclusivamente somos sólo de Él.
La ciencia no pretende, ni puede, conocer la esencia del Creador de lo existente y Legislador de las leyes que rigen el Universo, aunque acepta como axioma incuestionable que el Universo está regulado por leyes universales, a lo que aquella se afana por conocerlas. La ciencia intenta explicar la relación entre las cosas y a estas mimas.
Shivim Panim LaTorah
Al estudiar las Escrituras hebreas de una Biblia rabínica podremos ver el gran número
de comentarios diferentes en referencia a las pocas líneas o palabras del texto bíblico en cada página. Todo esto se remonta a un versículo en el Libro de los Salmos: “Una cosa que D-s ha hablado; dos cosas he oído “(Tehilim –Salmos- 62:12) y su brillo en el Talmud (Sanhedrín 34a)”. En otras palabras, múltiples interpretaciones de cada versículo de la Escritura pueden ser correctas, y la palabra de D-s, incluso aunque se contradigan entre sí. El término para este concepto de interpretación pluralista es; Shivim Panim LaTorah (cada verso de la Torá tiene 70 facetas diferentes)
Todos hemos sido creados a la imagen del Único D-s; y sin embargo, debido a la grandeza de D-s, todos miramos y pensamos diferente el uno del otro. [1]
Eso es porque hay 70 caras para la Torá. No hay prohibición en diferir de las palabras de nuestros Sabios, excepto si ello cambia la Halajá, la Ley de la Torah. [Rabí Jaim Ibn Attar, HaChayim Bereshit 1: 1]
La pluralidad en la interpretación de cada pasuk, así como de la realidad, no tiene nada que ver con el relativismo ético, moral o religioso que considera que toda opinión es igual de válida aunque transgreda o tergiverse la máxima Ley.
Puesto que sólo hay 70 y no un número infinito de tales caras o facetas, el pluralismo que acepta todo como co-legítimo es un relativismo que conduce al nihilismo espiritual al afirmar y negar simultáneamente lo declarado.
En el judaísmo se parte de la máxima o procedimiento que implica un pluralismo sólo dentro del contexto halájico. La pluralidad en el judaísmo no es sinónimo de relativismo ideológico, moral, ético, religioso.
Análogamente sería similar a las diferentes explicaciones, pero con la condición de ceñirse a la verdad, que diversos turistas podrían relatar sobre London -Londres-, a veces serían contradictorias unas de otras, unos declararían que el transporte es caro, otros que es barato, unos que es deficiente, otros que es de excelente, lo mismo sobre la comida, parques, gente, el río Támesis, clima, etc.; sería legítima toda discrepancia y diversidad, pero no se aceptaría como correcto ni admisible si alguien dijese que no existe Londres, o que está bañada por el mar, o que por ella no pasa ningún río, o que es la capital de Rusia, o que no vive gente en ella. Estas últimas manifestaciones (no existencia de Londres, que está bañada por el mar, que no pasa ningún río por ella, o que es capital de Rusia, no están dentro del contexto de la verdad, por lo que serían rechazadas como opiniones, y serían consideradas falsedades.
La enorme diversidad de interpretaciones del pasuk, siempre ciñéndose a la verdad, ha llevado al judío a tener total tolerancia respeto a la diversidad de opiniones, de ideas, ideologías, religiones; a diferencia de otras religiones e ideologías que se han enzarzado en sangrientas guerras y matanzas por nimias divergencias y por diferentes interpretaciones de los mismos textos a los que han considerado sagrados.
Es ese el motivo que en la Historia no ha existido ningún dictador judío ni corriente totalitaria en el judaísmo, a diferencia de otras religiones y/o credos. Ideologías que pretenden tener una visión universal y sienten la imperiosa necesidad de imponerla al resto de los humanos, compulsión totalitaria de su interpretación exclusivista de la realidad.
El judaísmo ha tenido siempre una visión universalista, de la unicidad del Universo, del ser humano, pues ya en el inicio de la Torah se afirma que todos los seres humanos somos hermanos, hijos de los mismos padres: Adam y Java (Eva), y que el Eterno es nuestro Padre y Madre, que nos protege y ama paternal, maternal y misericordiosamente y de manera permanente.
“Como un padre que tiene compasión de sus hijos, así tiene el Eterno compasión de los que Le temen” [Tehilim 103:13]
“Como uno a quién consuela su madre, así os consolaré Yo, y seréis consolados en Yerushalayim” [Yeshayahu 66: 13],
“Puede una mujer olvidar a su infante, para que no se compadezca del hijo de su seno? Sí, ellas pueden olvidar, pero Yo no te olvidaré” [Yeshayahu 49:15]
“Escuchadme, oh casa de Yaacov, y todo el resto de la Casa de Yisrael, por Mí alzados en brazos desde el nacimiento, llevados desde el seno materno. También hasta la vejez soy El Mismo, y hasta las canas Yo cargaré con vosotros. Yo lo he hecho así, y lo seguiré llevando. Yo cargaré con vosotros y os libraré.” [Yeshayahu 46: 3-4]
“Sí, Te he amado con amor eterno, oh Israel” [Yirmiahu 31:2]
El judío desde hace más de cuatro milenios se ha sentido fascinado por la Creación y se ha planteado ¿qué puedo saber? La respuesta se halla en Shemot -Éxodo- 33:18-23: Entonces le dijo Moshé: “Muéstrame ahora Tú gloria”. Y le contesto (D-s): “Yo haré pasar toda Mi bondad ante tu vista y pronunciaré Mi Nombre ante ti […] Y: “No podrás ver Mi rostro, porque nadie que Me vea queda vivo” […] y cuando aparte Mi mano verás Mis espaldas, pero Mi rostro no será visto”.
Nuestros jajamim –sabios- explican que Moshé vio las espaldas de D-s, pudo captar los atributos de D-s pero no la esencia misma. El judío sabe que podrá conocer los efectos derivados de la existencia del Eterno, pero no la esencia divina. Este anhelo ha creado en el espíritu judío amor por la sabiduría y el conocimiento, y es por esa pasión a la sabiduría y al conocimiento que el pueblo judío ha contribuido a la humanidad con grandes descubrimientos y avances.
El ser humano no puede conocer la esencia de D-s, pero si sus obras, y la ciencia es el acceso para conocer las “espaldas de D-s”.
El judío se ha planteado ¿cuál es el código ético para el ser humano? D-s se ha manifestado al ser humano por medio de las leyes inmutables de la Naturaleza, y a Su Pueblo, Am Israel, por la Torah. Lo qué debo hacer está en la Halajá, la ley y su desarrollo: Amarás al prójimo como a ti mismo, Lo ordeno Yo, el Eterno” [Vayikrá 19:18] y “Y amarás al Eterno tu D-s con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza. Y llevarás dentro del corazón estos mandatos que hoy Te doy. Y los inculcarás a tus hijos y hablarás de ellos cuando estés en tu casa, cuando viajes, cuando te acuestes y cuando te levantes.” [Devarím –Deuteronomio- 6: 5-7]
En Kohelet -Eclesiastés- tenemos la respuesta a la pregunta que el judío se ha hecho milenariamente: ¿qué es lo que podemos esperar viviendo en la tierra?: Vanidad de vanidades, todo es vanidad, ¿qué beneficio obtiene el hombre de toda su labor en que se afana bajo el sol? Una generación pasa, y viene otra generación, más la tierra sigue siempre igual. Y no hay nada nuevo bajo el sol. Para cada cosa hay una sazón oportuna y un tiempo apropiado. Disfruta la vida con la mujer que amas todos los días de la vida de tu vanidad que Él te dio bajo el sol, porque es tu porción en la vida y en la labor en que te afanas bajo el sol. Haz todo lo que puedas hacer con tu fuerza, porque no hay obra, ni empresa, ni conocimiento, ni sabiduría en la tumba a la que diriges.
Acuérdate pues de Tu Creador en los días de tu mocedad, antes de que vengan los días malos y se acerquen los años en que dirás: No tengo más placer en ellos”.
Vanidad de vanidades, todo es vanidad. Teme a D-s y cumple Sus Mandamientos, porque en eso está el hombre íntegro. Por cuando D-s traerá a juicio toda obra, toda cosa encubierta, ya sea buena o mala.
Y ¿qué es el ser humano, para que el Eterno lo tenga en cuenta? como plantea el Rey David hace tres milenios en Tehilim 8: 3-7: Cuando contemplo Tus cielos, obra de Tus dedos, la luna y las estrellas que Tú has establecido, me pregunto: “¿Qué es el hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en cuenta?” Pues lo hiciste poco menos que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra: lo entronizaste sobre la obra de Tus manos, todo lo sometiste a su dominio;
Preguntas y sus respuestas que tres o cuatro milenios más tarde se plantearán filósofos como el gigante entre ellos, el alemán Immanuel Kant (1724 – 1804): ¿Qué puedo saber? ¿Cómo debería comportarme? ¿Qué puedo esperar? ¿Qué es el ser humano?
En el futuro el Eterno Uno será el D-s para toda la humanidad, como profetizan Tzefaniah: Porque en aquel entonces Yo transformaré a las naciones un lenguaje claro, para que todos invoquen en el Nombre del Eterno. [Tzefaniah 3:9] y
Zejariah: “En aquel día el Eterno será Uno y Su Nombre será Uno”. [Zejariah 14:9 y Sifrí 31]
Shemá Israel, Ado- nai Elo-henu, Ado-nai Ejad.
Bendito sea el Nombre de Su reino glorioso por siempre jamás.
Amen VeAmen
NOTAS
[1] La fuente más antigua del término Shivim Panim LaTorah está en un texto medieval temprano, Midrash Bamidbar Rabba 13: 15-16. El término fue utilizado por el racionalista Rabbi Avraham Ibn Ezra (muerto en 1167) en su introducción a su comentario de la Torá y, un siglo más tarde por el místico Rabino catalán Najmánides (muerto en 1270) en su comentario de la Torá sobre Beresshit 8: 4.También aparece varias veces en el Zohar. Que este concepto fue usado tanto por comentaristas de la Torá racionalistas como místicos indica cuán fundamental es entender el significado de la revelación divina. De hecho, el concepto, aunque no es la redacción exacta, también aparece en un midrash talmúdico post Otiot d’Rabbi Akiba como “Torah nilm’dah b’shiv’im panim” – La Torá se aprende a través de 70 caras / facetas.
Por supuesto, no conocemos ningún verso que tenga 70 interpretaciones diferentes, pero, la mayoría de los versos tienen al menos tres o cuatro glosas diferentes. La tradición judía reconoce cuatro tipos generales de interpretación.
P’shat: el simple significado simple. Remez: el significado alegórico metafórico. De-rash: el significado educativo moral. Y Sod; el significado oculto místico. Por ejemplo: qué tipo de árbol era el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal (Bereshit 2:17 y 3: 6). La mayoría de las personas piensan que era un manzano. No tienen idea de por qué o qué se supone que significa esa interpretación.
Los Rabinos ofrecen cuatro interpretaciones diferentes del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal; y cada uno de ellos proporciona información sobre el significado del relato de la Torá sobre lo que hace a los humanos especiales y lo que significa ser “como Dios, conociendo el bien y el mal” (Bereshit 3: 5).
El Rav Yose dijo que era una higuera porque tan pronto como comieron, tenían los ojos abiertos y se cubrieron con hojas de higuera. (Bereshit 3: 7) Esta es la explicación más simple y tiene el mayor soporte textual, pero no nos dice por qué los higos representan la moralidad.
El Rav Judah bar Ilai dijo que comían de una vid, es decir, el vino (alcohol) representa el bien y el mal porque los humanos tienen la opción libre de usar el vino para santificar el sábado o para convertirse en alcohólicos.
El Rav Meir dijo que era un árbol de trigo, es decir, que el trigo fue el primer cultivo en ser domesticado y, por lo tanto, es una buena metáfora que representa el comienzo de la agricultura y la urbanización y la civilización. La vida asentada es una gran prueba de moralidad social porque los nómadas siempre pueden separarse si no pueden vivir juntos, pero las personas asentadas deben desarrollar un sistema legal continuo y atenerse a él.
El Rav Abba dijo que era un árbol etrog. Un etrog, usado para el festival de la cosecha de Sucot, se llama un buen árbol y es bueno agradecer a D-s por la cosecha (Vayikrá 23: 39-42). La gratitud es un valor personal espiritual que trasciende la ética, que implica actitud, personalidad y sentimiento. El etrog, de acuerdo con los rabanim es especial porque su exterior (corteza y madera) sabe igual que el interior de la fruta. Por lo tanto, una buena persona religiosa debería ser lo mismo por dentro y por fuera.
Estas cuatro formas de interpretar un texto sagrado ilustran los cuatro tipos de Midrash. El significado claro de Rav Yose. La lección moral de la manera pedagógica de Rav Judah bar Ilai que quiere enseñarle a la gente que muchas cosas como la vid son capaces de ser usadas para propósitos buenos o malos. No son intrínsecamente buenos ni malvados. Podemos elegir cómo los usamos, así que los hacemos buenos o malos. (Sexo, dinero y comer carne son otros ejemplos).
Rav Meir, quien tenía fama de conocer docenas de fábulas de zorros, piensa que la moral social es el principal signo de humanidad. La agricultura genera asentamientos relativamente densos, disputas de propiedad, jerarquías gubernamentales y económicas. Todo esto requiere un sistema legal justo. Por lo tanto, el trigo es una buena metáfora.
El cuarto camino es la visión personal, el camino psicológico y místico del Rav Abba. El etrog es parte de la familia de los cítricos. A diferencia de una naranja, un limón o un pomelo, un etrog no tiene valor comercial. Los judíos le dan un alto valor (cada uno cuesta 50-100 veces lo que cuesta un limón) por razones espirituales. Lo mismo ocurre con la moralidad un valor espiritual mucho mayor que la simple ética humanista. Debido a que hay 70 aspectos diferentes de cada versículo en la Torá, hay una bendición especial que se debe decir cuando se ve una multitud de judíos, que debe contener dentro de ella, una gran cantidad de Judíos con diferentes ideas y opiniones: “Quien vea una multitud de judíos debería decir: Bendito es el Sabio de los Enigmas; porque sus opiniones no son similares entre sí, y sus rostros no son similares unos a otros. “Talmud Berajot 58ª.
Todos somos creados a la imagen del Único D-s; y sin embargo, debido a la grandeza de D-s, todos miramos y pensamos diferente el uno del otro.
http://www.religioustolerance.org/maller19.htm
Imagen: Deror avi [CC BY-SA 3.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0), GFDL (http://www.gnu.org/copyleft/fdl.html) or Attribution], from Wikimedia Commons
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